La juventud es una etapa de la vida llena de vitalidad, energía y oportunidades. Es un período en el que experimentamos el mundo con curiosidad y entusiasmo. En la literatura, la juventud ha sido un tema recurrente a lo largo de los siglos, y uno de los poemas más conocidos que aborda esta etapa de la vida es “Juventud, divino tesoro” del poeta nicaragüense Rubén Darío.
El poema
El poema “Juventud, divino tesoro” fue publicado por primera vez en 1896 en el libro “Azul” de Rubén Darío. Este poema, escrito en forma de soneto, captura la esencia de la juventud y su fugacidad. Darío utiliza un lenguaje poético y evocador para transmitir su mensaje.
La belleza de la juventud
En los primeros versos del poema, Darío exalta la belleza y la vitalidad de la juventud. Describe a los jóvenes como seres llenos de luz y color, capaces de transformar la realidad a su alrededor. Utiliza metáforas como “divino tesoro” y “rosa de abril” para enfatizar la preciosidad y efímera naturaleza de esta etapa de la vida.
El paso del tiempo
A medida que avanza el poema, Rubén Darío introduce la idea del paso del tiempo y la inevitabilidad de la vejez. A pesar de la exaltación inicial de la juventud, el poeta reconoce que esta etapa es fugaz y que el tiempo no se detiene. Utiliza la metáfora del “caracol” para representar el envejecimiento y la pérdida de la vitalidad juvenil.
Reflexión sobre la juventud
A través de su poema, Rubén Darío nos invita a reflexionar sobre la importancia de aprovechar la juventud y disfrutarla al máximo. Nos recuerda que la juventud es un tesoro preciado que no debemos desperdiciar. Nos anima a vivir intensamente, a perseguir nuestros sueños y a disfrutar de cada momento.
Ejemplo de la fugacidad de la juventud
Para ilustrar su mensaje, Darío utiliza ejemplos concretos de la fugacidad de la juventud. Menciona el caso de las flores, que florecen y se marchitan rápidamente, así como el de las estrellas fugaces, que brillan intensamente durante un breve instante. Estas imágenes nos hacen reflexionar sobre la importancia de valorar y aprovechar cada momento de nuestra juventud.
“Juventud, divino tesoro” es un poema que nos invita a reflexionar sobre la belleza y la fugacidad de la juventud. A través de su lenguaje poético y evocador, Rubén Darío nos anima a vivir intensamente y a valorar cada momento de esta etapa de la vida. Nos recuerda que la juventud es un tesoro precioso que debemos disfrutar y aprovechar al máximo.
Estudiante de periodismo.
Amante de la música, la guitarra y el piano.
Guitarrista en los Clavos Oxidados de Badajoz.