Hola queridos lectores, ¿cómo están hoy? Espero que estén pasando un buen día y estén listos para un artículo lleno de poesía y palabras hermosas. Hoy quiero hablarles sobre un tema que me apasiona: los poemas y, en particular, me gustaría compartir con ustedes un poema que escribí llamado “La Muñeca”.
Poemas: expresiones del corazón
Los poemas son una forma magnífica de expresar nuestras emociones y sentimientos más profundos. A través de ellos, podemos transmitir amor, tristeza, alegría e incluso dolor. Un poema puede tocar el alma de quien lo lee y despertar emociones que estaban escondidas en lo más profundo de nuestro ser.
Y hablando de poemas, permítanme presentarles mi creación titulada “La Muñeca”. Este poema habla de una muñeca abandonada, que en su soledad encuentra consuelo en los versos que la describen.
Poema “La Muñeca”
La Muñeca
La Muñeca, tan frágil y olvidada,
con ojos de cristal y sonrisa apagada.
Sentada en la esquina de una vieja estantería,
esperando el momento de ser acariciada.
Rimas y emociones
En cada verso, suspiro y rima,
la Muñeca encuentra compañía.
Sus lágrimas de porcelana
son en realidad versos que se deslizan.
Los poemas la abrazan amorosamente,
rescatándola de su tristeza eterna.
Le devuelven la esperanza,
esparciendo magia en cada palabra que gobierna.
El poder de las palabras
Es sorprendente cómo las palabras pueden transformar nuestras vidas y llevarnos a lugares inimaginables. Los poetas son como magos, capaces de conjurar emociones y transportarnos a otros mundos con tan solo unas líneas.
Cuando escribimos un poema, estamos creando algo único y personal. Nos estamos desnudando emocionalmente frente a nuestros lectores y compartiendo una parte de nosotros mismos. Es una experiencia hermosa y profundamente humana.
Y así, queridos lectores, los invito a explorar el maravilloso mundo de la poesía. Ya sea escribiendo sus propios poemas o simplemente disfrutando de los que otros han creado, permítanse sumergirse en las palabras y dejarse llevar por su poder sanador.
Conclusión
Los poemas son un tesoro invaluable en nuestras vidas. Nos ayudan a comprender nuestras emociones, a encontrar consuelo en momentos difíciles y a conectarnos con otros a un nivel más profundo. Así que no se olviden de abrazar la poesía y permitirse sentir cada verso, cada palabra.
Y antes de despedirme, quiero regalarles uno de mis fragmentos favoritos de “La Muñeca”: “Susurra al oído de las estrellas, en los brazos del amanecer. Que tus versos sean el refugio de tus sueños, y tu voz la melodía que todos quieran aprender.”
Gracias por acompañarme en este viaje poético. Hasta la próxima, mis queridos lectores.
Estudiante de periodismo.
Amante de la música, la guitarra y el piano.
Guitarrista en los Clavos Oxidados de Badajoz.