Origen del refrán
El refrán “Donde dije digo, digo Diego” es una expresión popular que se utiliza en el idioma español para referirse a alguien que cambia de opinión o contradice lo que ha dicho anteriormente. Su origen se remonta al siglo XVIII, y se atribuye al rey español Carlos IV y su hijo Fernando VII.
Significado y uso
El refrán hace alusión a una situación en la que alguien cambia repentinamente su posición o su palabra, contradiciéndose a sí mismo. Se utiliza para destacar la falta de coherencia o la falta de fiabilidad de una persona que no cumple con lo prometido o que cambia de opinión sin razón aparente.
Este refrán se utiliza comúnmente en situaciones en las que alguien promete hacer algo y luego se retracta, o en casos en los que alguien niega haber dicho algo que previamente ha afirmado. También puede utilizarse para señalar la falta de sinceridad o la falta de palabra de una persona.
Ejemplos de uso
– “Le pedí a Juan que me ayudara con el proyecto, pero ahora me dice que no puede. ¡Donde dije digo, digo Diego!”
– “Ayer dijiste que ibas a venir a la fiesta, ¿por qué ahora dices que no puedes? ¡Donde dije digo, digo Diego!”
– “El político prometió bajar los impuestos, pero una vez en el poder, hizo todo lo contrario. ¡Donde dije digo, digo Diego!”
– “Mi jefe me dijo que me daría un aumento de sueldo, pero ahora dice que no es posible. ¡Donde dije digo, digo Diego!”
El refrán “Donde dije digo, digo Diego” se utiliza para señalar la falta de coherencia o la falta de cumplimiento de una persona que cambia de opinión o contradice lo que ha dicho previamente. Es una expresión popular que destaca la falta de fiabilidad o la falta de palabra de alguien.
Estudiante de periodismo.
Amante de la música, la guitarra y el piano.
Guitarrista en los Clavos Oxidados de Badajoz.